Tiempo Herido

Y esto es lo único que nos queda a los mortales, el lenguaje, una gota amarga de vino, una palabra, un descuido, un ideal. Y esto es lo único que nos queda a los mortales, un último suspiro, un silencioso tic tac, la muerte: verdadera libertad.

sábado, 10 de julio de 2010

Carta muda


Recuerdo el fuerte tic tac rompiendo el silencio, ese maldito silencio de siempre. Fruncías el ceño mientras leías, acariciabas la madera, como si buscaras una voz muda en ella. Sobre nosotros brillaba esa luz de siempre, cansada y tenue, al borde del fin, esa luz ciega, esa luz embriagada. “Mentiste”. Sobró la palabra, tu ya lo sabías y no te importaba. En nada cambió tu gesto, ni tu mirada. Era como si me dijeras en silencio “Sí, mentí. Dime algo nuevo. ”. Y de nuevo deseé un grito, deseé las calles transitadas, deseé a los transeúntes y una canción trasnochada.

Tic tac. Cállate! Tic tac. Cállate. De nuevo el frío, los relojes, de nuevo el miedo y tu olor. De nuevo el tiempo querido, de nuevo el tiempo amor.

La luz no palidecía, no cambiaba, yo estaba inerte, congelada. Recorrí la biblioteca con la mirada, luego el sillón de cuero rojo, el tapete, la pared helada. Recorrí el tiempo, el humo de tu tabaco aún ardiente. Recorrí el escritorio con tu carta. La tomé, la leí como tantas otras veces.

“María, sólo nos queda el silencio, tal vez una sombra. Me pides palabras, no las tengo, no las necesito. Ojala entendieras mi silencio.”

Te dije: “El problema Miguel es que lo entiendo”

Recogiste tu sombrero y te colgaste el abrigo al hombro. Tiraste el papel sobre la mesa y me miraste. Intenté abrir la boca, pero, es inútil cuando se es mudo. Saliste de habitación, como tantas otras veces, saliste en silencio, con ese olor a polvo y a tabaco añejo. Todo fue lento entonces, hasta el momento en el que cerraste la puerta. Un suspiro, eso es todo lo que recuerdo, un suspiro y el silencio.

1 comentario:

  1. Me cautivaste con esta entrada, quizás porque me sentí identificada con un par de situaciones, y porque haces que lo efímero parezca real.
    Me encantó, seguiré echando una mirada a tu blog aunque debo decir que lo poco que he leído, este ha sido el que más me ha gustado
    Un abrazo. Reitero, me encanta.

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