Tiempo Herido

Y esto es lo único que nos queda a los mortales, el lenguaje, una gota amarga de vino, una palabra, un descuido, un ideal. Y esto es lo único que nos queda a los mortales, un último suspiro, un silencioso tic tac, la muerte: verdadera libertad.

viernes, 7 de mayo de 2010

Desarraigo

Que aplauda pues el auditorio,

A tu falsa grandeza,

Rotas las palabras,

Es esta mi condena.

No has sido sanguinario,

Bárbaro eres,

Carnicero del diablo,

No hay aire, ni regazo.

Bebed de mi sangre,

Poema desquiciado,

No faltarán musas con el pasar de los años.

Cuando el espectáculo concluya,

Me asfixiare en nostalgia,

Extrañaré ser telonera de tu juego,

de tu macabra adivinadaza.

Manuela Besada-Lomana

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